!Buenos dias caminantes¡ Hoy nos desplazamos a uno de los entornos más salvajes de Asturias para hablar sobre senderismo en Las Peñas Cabriegas.
Estas montañas engloban un conjunto de sierras que preceden a los Picos de Europa. Apodadas como el balcón de Picos, esta referencia nos da una idea de las grandes panorámicas que podremos contemplar desde sus altos y cumbres. Geográficamente, nos situamos en el sector nororiental de los Picos de Europa. La Sierra de Portudera, los montes de Oceño, Sierra Nedrina o Sierra Cocón son algunas de las principales unidades de relieve que componen esta área montañosa de Asturias. Hoy en concreto, nos centramos en Portudera.
La ruta que relatamos, nos lleva a la majada de Tordín, comenzando en Arenas de Cabrales y siguiendo la senda del Caoru. Una vez en esta idílica majada ascenderemos a Cabeza Blanca, una cumbre modesta pero de increíbles vistas. En este caso, el retorno a Arenas de Cabrales será por un itinerario alternativo que hará de esta una ruta circular. Desde Tordín y a través del hayedo de Tenebreu, descenderemos a la majada de Vierru, desde donde continuaremos garganta abajo hasta alcanzar la carretera en Extremo los Caminos. Los últimos 3 km hasta Arenas nos tocará hacerlos por carretera (en caso de no disponer de dos coches).
Aquí podeis ver más información sobre las características técnicas de la ruta. Sin duda es una ruta de cierta exigencia física, que requiere de referencias del terreno y buena orientación. El tiempo reflejado se refiere a tiempo en movimiento. Teniendo en cuenta que dispusimos de dos coches y no caminamos el tramo final de carretera, el tiempo real haciendo todo a pie vendría a ser de 7h y 45 minutos aproximadamente
RESUMEN DE LA RUTA: ARENAS – PORTUDERA- COLLAU POSADOIRO – CABEZA BLANCA – MAJADA DE TORDÍN – MAJADA DEL VIERRU – EXTREMO LOS CAMINOS- ARENAS
Senderismo en las Peñas Cabriegas: Desde Arenas, por la senda del Caoru…a Portudera
Iniciamos nuestra ruta en la misma localidad de Arenas de Cabrales. Comenzamos en moderado ascenso por la senda del Caoru y esta será la tónica general durante casi 2 horas. En esta etapa salvamos casi 800 metros de desnivel de forma ininterrumpida, en una distancia de 5 km.
Nos introducimos de lleno al bosque. Los castaños son desmesuradamente grandes y antiguos, con formas retorcidas y caprichosas. Ambiente de cuento con arbolado, musgos y suelo empedrado que sostiene nuestro andar. Pronto cruzamos el canal artificial de aguas y sin tardar, pasamos junto a un pequeño embalse de aguas turquesas.
Hemos remontado ya la falda de la montaña, pero aún nos queda un buen trecho de subida hasta las vegas altas. Poco a poco ganamos desnivel y el bosque pierde en espesor, permitiendo una visión más amplia de los valles cabraliegos, el Cuera y la garganta del Cares, aguas abajo de Arenas.
Ya nos encontramos próximos a los invernales de Portudera, La pendiente se suaviza y divisamos las primeras de las cabañas que salpican este idílico paisaje modelado por siglos de pastoreo.
Senderismo en las Peñas Cabriegas: De Portudera al Collau Posadorio y Cabeza Blanca (1.394m)
En esta segunda etapa la pendiente y el desnivel son menos acusados, si bien seguiremos en suave ascenso y salvaremos 3oo metros más de desnivel hasta el Collau Posadorio (1.245m) . Desde este punto y hasta la amplia cumbre de Cabeza Blanca, restan tan solo 150 metros de desnivel positivo añadido. Son casi 5 km los que hemos recorrido desde los invernales de Portudera.
El paisaje en esta etapa es sustancialmente diferente al anterior. Un intrincado laberinto de valles, con afloramientos rocosos y marcado carácter kárstico, por el que transitamos en dirección sur/sur-este siempre atentos al sendero.
Algunas de estas vegas altas siguen dando sustento a la ganadería local en extensivo y presentan un aspecto pletórico. Otras, han caído ya en desuso, y tan solo un exiguo sendero permanece libre de matorral y especies arbustivas. No obstante, a mi juicio, y a pesar de que no es extraño encontrar otros senderistas o pastores en la zona, el ambiente de inhóspita inmensidad a lo largo de esta etapa del camino es una constante.
El relieve ahora es más amable, ya que nos hallamos en la zona alta e interior de la sierra. La geomorfología de Portudera, no deja de asemejarse a un gran zócalo, de formas suaves en las zonas altas, y cercado por verticales abismos en su perímetro que caen al Cares y al Duje.
Pasamos ahora de largo por Tordín, aunque más tarde volveremos y nos detendremos para hablar sobre este lugar. Estamos a punto de darle un vuelco al paisaje y contemplar la panorámica más amplia y aérea de la jornada. Nos aproximamos al collado Posadoiro.
Desde este punto, apenas tardamos 10-15 minutos en acotemer la fácil subida a Cabeza Blanca. Un repecho más y estamos. La vista es sencillamente un deleite y toma sentido el apodo de «El balcón de Picos´´.
Divisamos hacia el sur, como en la fotografía superior, la totalidad del valle del Duje, desde los puertos de Aliva hasta la localidad de Tielve, oculta bajo nuestros pies. A la derecha (oeste) el macizo central de Picos, los Urrieles, con el emblemático Picu Urriellu, siempre foco de todas las miradas. A la izquierda (este), el macizo oriental, de Andara.
Mas al oeste aún, divisamos en la foto inferior,el Collau Posadoiro bajo nosotros, el frente norte de Peña Maín, la garganta del Cares y el restante de los macizos de los Picos, el macizo occidental o del Cornión.
La majada de Tordín
LLegamos al ecuador de nuestra ruta y comenzamos el retorno. Primer paso, bajar de Cabeza Blanca por la ladera norte hasta alcanzar Tordín en escasos 15 minutos. Una vez aquí, nos quedaremos un rato recorriendo los rincones de esta bucólica majada.
Uno de los mayores atractivos de esta ruta, reside en la belleza de los pequeños detalles y contrastes que apreciamos en cada lugar. No es fácil de explicar con palabras, pero la majada de Tordín es sin duda uno de esos mágicos lugares donde naturaleza y hombre comulgan en perfecta simbiosis.
Son numerosas y se hayan en buen estado muchas cabañas que salpican estos fértiles y verdes prados plagados de torcas. A su alrededor, a modo de recipiente, resaltes rocosos envuelven la vega. En ocasiones, estos presentan cuevas y oquedades son aprovechadas como abrigos y cercados ganaderos perfectamente integrados. Mientras, el fluir de las aguas busca ser absorbido por el suelo, u horadar la roca caliza formando cuevas, a fin de cumplir los deseos de las leyes gravitatorias.
Como comentaba, la belleza se palpa a grandes rasgos en las vistas y el entorno, pero muy especialmente en los pequeños rincones. Véase por ejemplo, esta charca con su particular ecosistema a pequeña escala.
Senderismo en las Peñas Cabriegas: De Tordín al Vierru por hayedo de Tenebreu
Comenzamos una de las partes más bonitas de la ruta. Remarcar que hará falta especial atención para no enriscarse durante el descenso que está por venir. Puede ser confuso seguir el estrecho sendero si hay mucha hojarrasca en el suelo. Habremos, a su vez, de evitar varios cortados de pequeña altura durante la bajada. Sirva de referencia, observando la fotografía superior, que habremos dirigirnos hacia la izquierda, desde de la cabaña, para dar con la salida correcta de Tordín y topar la senda que nos introduce en Tenebreu.
El Tenebreu se extiende por una verticalizada ladera boscosa poblada por magníficas hayas . Como estrías en el terreno, varias riegas cortan la ladera formando espectaculares cortes y cascadas. Como telón de fondo la garganta de Vierru, la garganta del Cares y los montes de Oceño, Mildón y Tajadura.
Cuando la espesura del bosque lo permite, divisamos al bajar la vista las praderías del Vierru, próximo checkpoint de esta aventura. Son cerca de 500 metros de desnivel los que perdemos de Tordín al Vierru, y es que a partir de Tordín, el camino será siempre cuesta abajo.
Ya llegando al Vierru, el bosque finaliza súbitamente. Continuamos en descenso por pendientes prados hasta alcanzar el hombro sobre el que asienta la majada del Vierru, donde hay también varias cabañas.
En la foto inferior, un tramo del hayedo de Tenebreu. Difusos entre las ramas, en la sección derecha de la fotografía, se intuyen ya los prados del Vierru.
Senderismo en las Peñas Cabriegas: Majada del Vierru – Extremo los Caminos
La garganta de Vierru continua aun durante varios kilómetros hasta la confluencia con el Cares. Será una etapa más salpicada de alicientes y tesoros naturales.
La fotografía interior, está tomada en el fondo de esta garganta. Allí hayamos un desprendimiento de magnitudes colosales. El tamaño de las rocas arrastradas y la dimensión que abarca el corrimiento es sencillamente enorme. Literalmente, la montaña se vino abajo y sepultó un tramo de varios cientos de metros de cauce entre sedimentos. El alud de tierra y piedras arrasó también parte del bosque. La escena es sobrecogedora a la par de hermosa. El arroyo por su parte, se resiste a cambiar su trayectoria, y se adapta a tan violenta irrupción con tácticas de infiltración y arrastre, cuando su fuerza y caudal lo permiten. En resumen, estamos inmersos en un paisaje vivo, en visible y apreciable transformación, donde la madre naturaleza da prueba de su ingente poder.
Ya va quedando menos para alcanzar el Cares y la carretera en Extremo los Caminos. Recordad que, si no disponemos de un segundo vehículo, habremos de caminar carretera arriba hasta Arenas de Cabrales unos 3 km más.
El sendero durante el tramo que resta hasta la carretera es siempre evidente a pesar de ser esta una zona salvaje, de muy escaso tránsito. Este discurre en todo momento por la margen izquierda (orográfica) del valle. En un momento dado, el sendero gana altura y deja abajo las aguas del arroyo que venimos siguiendo. El camino, ya ancho, nos conduce irremediablemente a un paso estrecho al lado de una cabaña. Aquí viene la anécdota graciosa…
Advertencia. Encontramos 5 mastines juntos custodiando el paso en la pista, que repito, era encauzado y obligado. Por suerte, unos pastores del Vierru nos advirtieron rato atrás, con lo que fuimos sobre aviso. Por suerte, solo había dos mastines adultos, los otros tres cachorros. Los pastores nos advirtieron de uno de los mastines en concreto. Y así fué. Había una con muy mala baba.
!Ojo¡, porque eramos cuatro personas, que nos juntamos cerrando grupo, cubriendo la espalda con el muro de la cabaña y marcando distancia. Mantuvimos la calma, tratando de respetar al máximo el territorio de los perros. Aún así, la mastina hacia por tirarse a nosotros.
La cuestión es que, en unos de meses, si siguen todos ahí, van a ser 5 perros de 60-70 kilos de peso. Y no hay otro sitio para pasar que no sea ese. Lo dicho, eramos cuatro, y daba apuro pasar, si vas solo o con otra persona puedes pasar un mal rato justo antes de acabar, y la opción de regresar no es viable.
Bueno, para finalizar esta entrada de senderismo en las Peñas Cabriegas, y ya que no os hablare sobre el tramo de carretera, os dejo estas fotos de dos bellos rincones, aguas abajo del Vierru. Se trata de dos afluentes que cruzamos durante el descenso. Otra muestra mas de los pequeños – grandes rincones que descubrimos en esta ruta y nos dejan boquiabiertos. De aquí a la civilización, solo nos queda ser autorizados por la patrulla canina para poner fin con éxito a esta fascinante travesía por la garganta del Vierru.
Espero os haya gustado el post y os sea útil para haceros una idea del recorrido y el entorno. No dudes en contactar con nosotros, Costa Verde Aventura, para más información y reservas sobre esta y otras actividades. Disfruta la aventura en el mar y en la montaña con actividades como coasteering, barranquismo, vias ferratas y senderismo.
Ḥici contigo milenta histories y siempre fueron espectaculares. N’esti blog pue vese el cariñu que-y pones al asuntu y cualquiera que ti conozca pue atestigualo. Un saludu cuarenteneru a -polo menos- un metru de distancia 🙂