!Muy buenos dias barranquistas¡ Hoy toca aventura y descenso de cañones. Por ello quiero hablaros del que es mi rincón preferido en la montaña llanisca y también un barranco espectacular. En plena sierra del Cuera, en una zona salvaje y muy poco frecuentada, se encuentra el barranco del Valcabrero.
A nivel deportivo es un barranco que, aunque no presenta grandes dificultades, supone un descenso largo, deportivo y físico. También es muy divertido, espectacular en cuanto a paisaje y sorprendente en cuanto a características geológicas y otras peculiaridades..El Valcabrero forma un cauce abierto de cerca de 3 kilometros de longitud. Salva durante su recorrido un notable desnivel de cerca de 400 metros. Abundan por tanto resaltes, cascadas y rapeles, algunos encadenados, y zonas de destrepes. El tramo final, cuenta con una sucesión de toboganes que ponen la guinda a este descenso haciéndolo más lúdico y movido si cabe.
INFORMACIÓN RESUMIDA: BARRANCO DE VALCABRERO
- DIFICULTAD: Avanzado.
- ACCESO Y RETORNO: 1h 15 min de aproximación – 5 min de retorno.
- HORARIO DE DESCENSO: 5 horas (horario orientativo para un grupo guiado de 4 personas)
- MEJOR ÉPOCA: Este descenso es factible durante todo el año. En días de fuertes lluvias sufre grandes crecidas. No es recomendable su descenso en invierno dado lo frío del lugar, las pocas horas de luz, y que habitualmente esta garganta canaliza corrientes de aire que nos enfrían aún mas. La mejor época tanto por climatología como por caudal es sin duda la primavera, siempre a poder ser, después de periodos de lluvia. En verano el caudal acusa en exceso el estiaje.
- RAPELES Y PROGRESIÓN: Aproximación y descenso al cauce de cierta duración y exigencia física y técnica. Terreno incómodo e irregular en el tramo alto del barranco. Abundantes rapeles y destrepes desde que alcanzamos el cauce. El rapel de mayor altura es de 27 metros. Actividad de elevada exigencia física dado el número de horas y el marcado carácter deportivo del descenso. Abundantes toboganes de hasta 7 metros en el tramo inferior del cañón.
- RECOMENDADO PARA: El barranco de Valcabrero es una actividad recomendada solo para personas con experiencia previa en barranquismo y montaña. Se requiere agilidad en el medio a transitar y cierta soltura en el rapel y el destrepe. Se requiere a su vez un buen estado de forma y hábito deportivo para aguantar una actividad de 7-8 horas de duración. Por otro lado, cualquier amante de los barrancos y la montaña en cualquiera de sus facetas, apreciará sin duda la enorme riqueza y singularidad del entorno y la exigencia e intensidad de la actividad en sí misma.
DESCENSO DE CAÑONES. APROXIMACIÓN AL VALCABRERO
Para acceder al Valcabrero primero habremos de llegar a el…. y es que este lugar se encuentra realmente aislado. Necesitamos además, de dos vehículos para poder realizar la actividad. Uno de ellos lo dejaremos previamente en el punto de finalización en el pueblo de Caldueñin. Con el segundo, cargado de material, subiremos desde el desvío a Buda y Las Xareras. Una vez la carretera muere, seguimos una pista hormigonada que alterna con camino pedregoso en buen estado, pero de mucha pendiente. Aparcamos donde finaliza esta pista.
Desde este punto ya divisamos el Collau Nava, punto de referencia al que nos dirigiremos. Realizamos el camino por cómodo sendero. Ganamos altura progresivamente a través del margen izquierdo del valle que remontamos. La aproximación nos tomara aproximádamente 1h 30 min hasta alcanzar el cauce. Al principio, si miramos al sur, tendremos vistas sobre los Picos de Europa, que se superponen tras una llamativa cresta a nuestra derecha.
Tras atravesar el collado, pasando al lado de unas bonitas y robustas cabañas, cambiamos de vertiente para enfilar hacia el Valcabrero. De hecho, nos encontramos cruzando su circo de cabecera. Este, finaliza bruscamente en una empinada ladera herbosa que puede complicarse si no elegimos la mejor bajada. Es recomendable descender por el lado derecho aprovechando varias terrazas que facilitan la labor. Por otro lado, es muy divertido realizar algunas partes de esta bajada deslizándonos en «tobogán´´ por la abrupta pero cómoda pendiente. En nuestro caso, hacemos esta parte final de la aproximación con el peto del neopreno puesto.
DESCENSO DE CAÑONES. TRAMO SUPERIOR DEL VALCABRERO
Ya estamos en el fondo del valle. En este tramo nos vemos realemente envueltos entre las agrestes laderas. Durante estos primeros metros, no es nada habitual encontrar agua. Destrepamos y caminamos al principio por terreno de bloques y bastante vegetación. Poco después nos topamos con la primera sorpresa del barranco.
¿Os imagináis un nevero de 2 metros de altura, en pleno mes de Mayo, a tan solo 600 metros de altitud y a escasos kilómetros de la costa?. Pues eso es lo que encontramos. Bien es cierto que todo depende de que venga un buen invierno, con frío, agua y nieve. La formación de este nevero es posible ya que una fría corriente de aire que sopla desde una pequeña cueva ayuda a la conservación de esta masa de hielo. El mullíu, o hierba seca, que deposita encima cayendo desde la ladera, también contribuye a aislar el nevero, ayudando a su conservación.
Seguimos avanzando por el cauce. En seguida llegamos a un punto donde aflora el caudal. Este es un buen lugar para terminar de equiparnos con arnés y chaqueta. Muy poco después encontramos un pequeño resalte equipado, donde lo resbaladizo de la roca nos invita a asegurar el destrepe con cuerda. Continuamos por un tramo de cauce mas formado, aunque siempre abierto, y con caudal y pozas. Hemos de ser lo mas respetuosos posibles al atravesar estas pozas del tramo superior debido a que estas son el hábitat de varias especies de anfibios.
PRIMER RAPEL (10 METROS)
Encontramos una buena instalación de rapel en la izquierda orográfica. Hay que tener cuidado para acceder a la cabecera ya que esta algo alta y expuesta, y el terreno resbala. No obstante, es solo tener cuidado. Tras concluir la maniobra proseguimos por una zona muy bonita y estética que encadena destrepes y pozas. Perdemos altura progresivamente destrepando de poza en poza. Poco a poco nos acercamos a la parte más vertical del cañón.
Cabe destacar, como otra de las peculiaridades de este cañón, su alternancia en el sustrato rocoso. Encontramos tramos formados por rocas cuarcitas que se alternan con otros donde predomina la caliza. La roca cuarcita es impermeable, mientras la caliza es muy porosa y propicia la escorrentía subterránea de las aguas. Debido a estas variaciones en el tipo de sustrato a lo largo del barranco, el caudal se sume y aflora en diferentes puntos.
GRAN SALTO DEL VALCABRERO
Llegamos al punto de mayor verticalidad del descenso. Aquí encadenamos dos preciosos rápeles consecutivos. De 27 metros el primero (descuelgue izquierda. vertical al comienzo y con dos resaltes al finalizar) y de 20 metros el segundo (descuelgue izquierda) con recepción en mojado. Este rincón tiene una esencia realmente salvaje y fascinante. Montaña y naturaleza en estado puro.
Tras haber disfrutado mucho de los rápeles y el ambiente, continuamos por una espacie de pasillito que se abre después a una sucesión de pozas. La vista impresiona hacia cualquier punto. La Peña Blanca sobre nosotros, la Peña de Villa al frente y el valle del Valcabrero tras y ante nosotros.
Estamos ya en el cuarto rapel, de 15 metros en este caso. Poco después de este punto, el caudal vuelve a desaparecer y entramos en el caos de bloques.
DESCENSO DE CAÑONES. LLEGAMOS AL CAOS DE BLOQUES Y EL ÚLTIMO RAPEL
Poco después del cuarto rapel, el caudal se sume al aparecer de nuevo la roca caliza. En este tramo predominan los destrepes a través de una gran bloquera que pierde desnivel rápidamente. Ya estamos evidentemente mas cerca del final de la garganta del Valcabrero. Aun así, todavía queda barranco por delante. De hecho, falta acometer una de las partes más divertidas de la actividad. Una sección repleta de toboganes a la que llegaremos tras descender el quinto y último rapel. A estas alturas del barranco, ya se nota el esfuerzo físico acumulado. Y es que llevamos mas de 5 horas sin parar de movernos, destrepar, rapelar…
Poco antes del último rapel, de 15 metros, el caudal aflora de nuevo junto a la roca cuarcita. Afontamos varios destrepes más y en seguida bajaremos por los siguientes en forma de tobogán.
Si echamos la vista atrás y nos fijamos, podremos ver a nuestra derecha (izquierda orográfica) un espectacular puente de roca natural, de gran finura y endeblez, que pareciera a punto de colapsar. Es otra más de las peculiares formaciones que hacen de este un entorno tan especial y valioso.
DESCENSO DE CAÑONES. DE TOBOGÁN EN TOBOGÁN
La actividad va llegando a su fin y ya casi saboreamos el reconstituyente a base de zumo de cebada fermentada que vamos a disfrutar después de esta intensa jornada. Pero antes, toca divertirse en uno de los tramos mas movidos del barranco de Valcabrero.
Encontraremos pues una sucesión de toboganes. Algunos largos y donde cogemos una buena velocidad. Habremos, como siempre, de valorar bien y asegurarnos que no haya piedras o ramas atascadas en el fondo de la poza donde hayamos de zambullirnos.
Después del ultimo tobogán/resalte el terreno ya es evidentemente mas boscoso y llano. El cauce desaparece de nuevo en muchas ocasiones, aunque sigue estando bien formado y excavado en roca caliza.
En este idílico entorno de verdes musgos y frondosidad alcanzamos la pista hormigonada que corta el cauce. Esta nos conduce en menos de 5 minutos a Caldueñín, punto donde habíamos estacionado nuestro primer vehículo.