VIA FERRATA DE LA HERMIDA: ¿EN QUÉ CONSISTE UNA VÍA FERRATA?
!Muy buen día montañeros¡ En este post vamos a hablar en detalle sobre la vía ferrata de La Hermida. Para ello, nos desplazamos al corazón del desfiladero de La Hermida, situado en el extremo oriental de los Picos de Europa. Nos hallamos en Cantabria, en el propio pueblo de La Hermida. Este lugar ha venido a convertirse con el paso de los años, y a través del fomento y la inauguración de varias instalaciones, en uno de los puntos de referencia en España para los aficionados a las vías ferratas y la escalada en general.
Las vías ferratas, son recorridos que nos permiten transitar por las zonas más agrestes y verticales de la montaña. Iremos siempre provistos de un sistema de seguridad, formado por arnés, casco, cabo de reposo y cinta disipadora como equipo básico. En el caso de la vía ferrata de La Hermida (y más adelante explicaremos por qué…), habremos también de complementar nuestro equipo personal con una cinta alargadora (recomendable 80 cm de longitud), si optamos por acometer el recorrido de Los Puentes.
Las vías ferratas, facilitan al «gran público´´ el aproximarse a la escalada en montaña de forma asequible en cuanto a dificultad se refiere. Estos caminos de hierro, se equipan con escalones, puentes colgantes y ,cable de acero para que progresemos ayudados de estos elementos. En muchas ocasiones, escalaremos como si de una larga escalera de mano se tratase, a través de paredes, muros y espolones de roca.
No hay necesidad de ser un experto escalador, ni mucho menos, para disfrutar de esta aventura. No obstante, es importante no padecer vértigos, o tener excesivo o incontrolable miedo a la altura, como requisito de participación para nuestros aventureros. En el aspecto físico, conviene a su vez tener un mínimo hábito deportivo, sin ser esto último un gran condicionante siempre que gocemos de buen estado de salud general.
Así que ya sabéis aventureros, si vais en busca de una gran aventura en la montaña mas agreste, anímate y prueba con las vías ferratas.
UN ÚLTIMO INCISO SOBRE LAS VÍAS FERRATAS… ¡Y NOS VAMOS A ESCALAR!
Muchos escaladores asiduos, disfrutamos haciendo ferratas como forma de pasar un divertido día de monte y aventura. Para la gente habituada a la escalada en libre (escalada con la fuerza y destreza de manos y pies, y sin ayuda de elementos artificiales en la progresión), las vías ferratas suponen una actividad deportiva agradable y sin gran compromiso físico y técnico (siempre atendiendo a la dificultad concreta de cada recorrido).
No obstante, si no tenemos experiencia previa en montaña y escalada, conviene sin duda acudir a estos recorridos acompañados por un guía profesional. Así pues, a pesar de que muchas ferratas son asequibles y fáciles para un público amplio, es necesario estar familiarizado con ciertas técnicas y materiales propios de la escalada y el alpinismo. Esto es importante a fin de realizar la actividad con seguridad y siendo conscientes de los riesgos implícitos que asumimos al movernos en este tipo de terrenos tan agrestes.
Por tanto, si aún no habéis probado esta actividad y estáis pensando en iniciaros a las ferratas, no lo dudéis, contratad un guía, por vuestra seguridad, la del resto de usuarios, y la de los equipos de rescate que cuidan de nosotros y que se ven, en ocasiones, obligados a arriesgar su vida debido a conductas negligentes y actitudes poco responsables.
- DIFICULTAD: Cabe destacar que la dificultad de esta ferrata es de nivel medio durante todo el recorrido (K-3 en escala Husler), a excepción de un pequeño tramo. Si optamos por la ruta de Los Puentes, como es el caso, habremos de superar una pequeña sección de k-4 (dificultad media-elevada).
- DURACIÓN: 4 horas aprox.
- MEJOR ÉPOCA: La vía ferrata de La Hermida puede hacerse durante prácticamente todo el año. Eso sí, hemos de descartar totalmente días de fuerte viento, lluvia y por supuesto tormenta. Tampoco conviene hacer la actividad inmediatamente después de fuertes lluvias, ya que el terreno y los peldaños continúan húmedos y rebosando agua durante un tiempo, con lo cual todo resbala mucho.
- PROGRESIÓN – ¿Qué hacemos durante esta vía ferrata?: Esta actividad combina senderismo y exigentes caminatas, escaladas a través de muros de hasta 60 metros de altura y el cruce de dos puentes colgantes que describimos posteriormente.
- RECOMENDADO PARA: La ferrata de La Hermida es un recorrido imprescindible para cualquier amante de las ferratas y la escalada, independientemente de su nivel. Es una actividad apta también para personas sin experiencia previa, aunque conviene tener hábitos deportivos y una forma media. Esta es una aventura con gran componente de verticalidad, con lo que han de abstenerse personas con miedo incontrolable a las alturas.
VÍA FERRATA DE LA HERMIDA: COMIENZA LA AVENTURA
La vía ferrata de la Hermida comienza prácticamente a pie de carretera, tras cruzar este pueblo en dirección Potes, y antes de llegar al famoso balneario. Primero de todo, toca equiparnos y dar las explicaciones pertinentes sobre el desarrollo de la actividad. Una vez listos y pertrechados, nos disponemos a aproximarnos al inicio del cable de acero y las primeras dificultades.
Habremos de remontar brevemente por un pedrero hasta que el camino vira a la izquierda, buscando un espolón rocoso que da inicio a la instalación. No nos toma más de 5 minutos alcanzar este punto, en el cual comienza la escalada en sí. A partir de aquí, habremos de estar SIEMPRE asegurados al cable de acero mediante nuestra cinta disipadora (esa es sin duda la regla de oro de esta actividad).
En total, esta emplearemos algo más de 4 horas, de las cuales 3, se emplearán en recorrer el tramo equipado con línea de vida (de 900 metros de longitud y 400 de desnivel positivo) . Nos toma aproximadamente otra hora más el realizar el retorno a pie hasta el pueblo de La Hermida.
Cabe destacar que esta instalación cuenta con dos recorridos diferenciados. Salvo emergencia o necesidad real, no debemos descender por la vía ferrata para no entorpecer y hacer peligrar a otros usuarios. El trazado de la marcha es por tanto de sentido único (hacia adelante, nunca hacia atrás), y no debemos tratar de enlazar ambos recorridos.
En esta publicación, vamos a detallar el que creemos que es el recorrido más variado e interesante, sin duda el más popular. Describiremos pues la vía ferrata de La Hermida por Los Puentes. No obstante, el itinerario hacia Cueva Ciloña, merece también mucho la pena. Este se encuentra actualmente mucho menos frecuentado. De esta variante, la primera en ser equipada, hablaremos en próximas entradas a nuestro blog , donde podéis encontrar muchos más relatos sobre nuestras mejores aventuras en la zona.
!COMIENZA LA ESCALADA¡
Nuestra particular escalera hacia el cielo, empieza a los pies de un pequeño muro casi vertical, de unos 20 metros aproximadamente y que no presenta apenas dificultad. Posteriormente, encontraremos un tramo boscoso por el que continuaremos andando, en fuerte pendiente, hasta encontrar el segundo resalte rocoso a superar. Se podría decir que esta primera parte, ha sido perfecta para calentar los músculos e ir habituando poco a poco al cerebro a la sensación de subir en altura.
Este segundo muro que nos disponemos a encarar, es de características y longitud muy similar al primero. A excepción de un paso muy corto y sencillo, con algo de desplome, al comienzo del resalte, no presenta dificultad reseñable. Buena oportunidad pues para ir afianzando nuestra confianza y técnica escaladora. De nuevo nos adentramos en otro tramo de encinar con marcada inclinación por el que nos dirigimos, SIEMPRE asegurados al cable de acero, hacia el tercer espolón rocoso.
Tras varios minutos de escalada continua pero sencilla, alcanzamos la salida de este tercer tramo vertical. Sin duda la altura es ya importante en este punto. Las vistas impresionan y la sensación de vacío nos viene acompañando a lo largo de esta peculiar escalera de mano por la que hemos ascendido. En total, cerca de 70 metros de escalada y sensaciones que separan la base de la cima del tercer espolón.
Una vez más, retomamos el sendero bosque arriba, de nuevo caminando en terreno muy inclinado, en dirección a Cueva Jabalí. Esta será nuestra primera parada estratégica tras cerca de 45 minutos de intensa actividad. Al abrigo de esta bonita cueva, aprovechamos para echar un trago y comentar sensaciones durante esta primera etapa.
Este es uno de los dos únicos puntos de la vía ferrata de La Hermida en los que no dispondremos, y no será necesario, de línea de vida a la que asegurarnos.
De vuelta a labores, nos preparamos ahora para encarar uno de los tramos más bonitos de la ferrata.
EL GRAN DIEDRO Y LA RAMPA DE CARLA GARRIDO: UN GRAN BALCÓN SOBRE EL DESFILADERO…
Tras abandonar la Cueva Jabalí, rápidamente llegamos a un punto en el que dos paredes confluyen formando un estético diedro. Para quien pudiera desconocerlo, un diedro viene a ser la esquina donde dos paredes se unen. Así pues, diedro arriba habremos de ascender, para, en un punto determinado, siempre siguiendo la línea de grapas y cable, cambiarnos de una pared a otra y alcanzar una exigua repisa sobre nosotros.
En este punto encontramos una corta sección que físicamente puede resultar «un pelín´´ mas intensa. Por otro lado, este paso casi nunca supone más esfuerzo que cualquier otro paso dado anteriormente. En resumen, que la mayoría de veces la gente ni se entera. Realmente es un pasito muy leve, y hasta este punto la dificultad no supera en ningún momento el grado K-3.
No obstante, en una ferrata siempre será posible asegurar este tipo de pasos. Para personas que vayan más justas de fuerza, una cuerda sujetando desde arriba, puede suponer un aporte extra de confianza y seguridad.
Además, asegurar desde arriba a quien no se siente cómodo, implica que se elimina por completo la posibilidad de una hipotética caída. De esta forma, si el escalador se desprendiera de sus agarres, la cuerda le sostendría de inmediato sin consecuencia alguna. Es también por este tipo de cosas, que es importante no jugársela en ferratas si no se tienen conocimientos y experiencia previa.
Sobre todo, es muy importante valorar con responsabilidad y no hacer que otros se la jueguen al confiar en un criterio erróneo. En resumen, si no lo ves claro, no improvises ni lo dejes a la suerte. No te la juegues y contrata un guía.
Discursos a parte, realmente no ha sido nada para nuestro grupo de escaladores. De nuevo en la vía, seguimos hacia arriba desde esta aérea repisa por la rampa de Carla Garrido. Ahora debemos estirarnos bien e improvisar en técnica para agarrar los escalones, ya que estos alejan entre sí notablemente. Este es otro punto en el que sin ser difícil la escalada, algunas personas no encuentran la técnica correcta y se les complica un poco más. De nuevo, acudir con guía permite prevenir una situación incómoda si fuera necesario asegurar el paso.
Una vez superada esta etapa. Coronamos un amplio plano desde el que obtenemos una panorámica brutal. Para mi gusto, de las vistas mas bonitas que divisamos desde la vía ferrata de La Hermida.
Desde este punto habremos de seguir una sucesión de terrazas que zigzaguean ganando desnivel progresivamente. Es un tramo relajado en comparación a lo anterior, pero aun así es muy entretenido. Habremos de trepar pequeños resaltes ayudándonos de agarres en la roca. También podremos ayudarnos tirando de la línea de vida (cable de acero al que nos aseguramos para progresar), si no acertáramos a ver el paso.
Estamos ya muy próximos a alcanzar el punto donde el itinerario se divide en dos caminos independientes, el de Cueva Ciloña y el de Los Puentes. Pared arriba continua la ferrata camino de Cueva Ciloña. En nuestro caso, tomaremos el camino que desciendo por una gran rampa de roca. La bajada no reviste mayor dificultad, solo habremos de agarrar bien el cable y estar atentos a no resbalar durante el descenso. Una vez abajo, inmediatamente topamos de frente con la Cueva l´Diosu y el primero de los puentes colgantes.
VÍA FERRATA DE LA HERMIDA: CRUZANDO EL PUENTE TIBETANO
Nos preparamos para afrontar la parte más emocionante e intensa de esta aventura. Como primer plato, habremos de cruzar el primer puente tibetano, de 35 metros de longitud. El puente consta de 4 gruesos cables de acero anclados firmemente a la roca. El cable superior nos sirve para asegurarnos durante el cruce. Los cables laterales nos sirven a modo de barandillas (pasamanos) para mantener el equilibrio con los brazos. Por último el cable inferior será el que usemos para los pies. En este aspecto, puede haber más de una forma correcta de adaptar la pisada mientras cruzamos sobre el vacío. Conviene avanzar por el puente de uno en uno para que sea más estable y no nos desequilibremos los unos a los otros.
Cabe mencionar que en este punto, una hipotética caída sería muy segura, a pesar de lo espectacular del lugar. La razón es sencilla, estamos asegurados al cable superior, sin apenas opción de caída en vertical. Si cayéramos, lo haríamos apenas unos centímetros hasta quedar colgando, sin opción a golpearnos con absolutamente nada. En este caso (nada habitual de todas formas), no deberíamos tener mayor problema en auparnos de nuevo al cable y seguir con el intento. Nuevamente, si vamos acompañados de un guía, este podrá echarnos una mano si tenemos cualquier problema.
Una vez cruzado el puente tibetano, llegamos al paso clave de la vía ferrata de La Hermida, de dificultad k-4. Este paso consiste en un travesía horizontal, ligeramente desplomada, de unos 5 metros. Habremos de agarrar las grapas con firmeza mientras los pies pisan sobre una pequeña repisa de roca muy evidente. Al finalizar la travesía, nos toca superar pequeño muro vertical para finalizar esta sección sensiblemente más intensa.
Como siempre, el guía esta para facilitar la progresión y transmitir confianza y seguridad. Este es quizás el punto más problemático de la ferrata. Aquí se han producido varios rescates sin mayores consecuencias, siempre debido a personas mal equipadas y sin experiencia que se adentran solos a la instalación y quedan bloqueados aquí, sin poder seguir hacia adelante, y sin atreverse a retroceder. Creerme si os digo, que en muchas ocasiones, la presencia de un guía y una ayuda o consejo puntual, ayuda a otros usuarios a evitar situaciones que podrían complicarse de no ser así . Una vez más, hago hincapié en la importancia de no confiarse en las ferratas si no manejamos el material y las técnicas.
VÍA FERRATA DE LA HERMIDA: GRAN PUENTE COLGANTE DE TABLAS
Continuamos nuestras andanzas por la vía ferrata de La Hermida. Antes de llegar al segundo de los puentes, transitaremos andando por una terraza herbosa inclinada sin apenas ganar ni perder altura. Acto seguido, nos encaramamos a una zona de roca desnuda y ya nos damos de bruces con el gran puente colgante de tablas, de casi 100 metros de longitud.
Una vez alcancemos el puente, es importante remarcar (de nuevo para quienes decidan ir solos), que se hace necesario una cinta alargadora para poder cruzar correctamente anclados a la línea de vida. Así pues, anclaremos ambos mosquetones de la cinta disipadora al bucle inferior de una cinta alargadora (80 cm aprox con mosquetón de acero para el cable superior).
Por otro lado, y como opinión personal, creo que este segundo puente, a pesar de su espectacularidad y la del entorno, es más fácil de cruzar que el anterior. A fin de cuentas, simplemente hay que caminar, dar pàsos y pisar sobre las tablas. El truco radica en pisar el centro de las tablas para evitar el balanceo lateral del puente. En este caso es posible cruzar simultáneamente varias personas guardando una distancia de 25 metros entre escaladores.
Una vez hayamos cruzado, hemos de superar un corto y enrevesado resalte vertical antes de alcanzar el último tramo de esta vía ferrata.
VÍA FERRATA DE LA HERMIDA: GRAN TRAVESÍA HORIZONTAL Y RETORNO POR EL BOSQUE
Nos situamos así al comienzo de una gran plancha tumbada (placa) de roca. Este punto nos depara una bonita y sencilla escalada horizontal, con impresionantes vistas a nuestras espaldas. A fin de cuentas, nos hallamos en el punto más elevado del itinerario. Finalizada la travesía, habremos de seguir andando durante un trecho, aun anclados a la línea de vida, perdiendo altura progresivamente.
De ahora en adelante, comenzamos el retorno, y a pesar de que ya no habrá tramos de grapas y escaladas, es indispensable no rebajar la atención. El sendero es estrecho e irregular, con algún lugar algo expuesto. Al principio progresaremos aun anclados con nuestra disipadora, pero a los pocos minutos, nos adentramos en el bosque, donde la línea de vida finaliza definitivamente. Lo dicho, a partir de ahora ya no escalaremos, pero no es difícil tropezar o torcer un tobillo si no prestamos atención.
No obstante, y superado el primer tramo del retorno, la mayor parte del camino discurre por sendero más cómodo y a resguardo. Aun así, otra precaución a tener en cuenta consiste en no perder el camino correcto. En varios puntos hay trazas de sendero que pueden dar lugar a confusión y sacarnos del camino. Si esto sucede y no rectificamos a tiempo, correríamos el riesgo de enriscarnos en una zona de cortados y paredes.
Por lo demás, el sendero discurre por un entorno realmente bello y salvaje, con lo que el camino se disfruta como un aliciente más de esta gran aventura. El espeso encinar, los verdes musgos y los afloramientos rocosos generan un mágico contraste y un ambiente de fantasía. Las vistas hacia el desfiladero de La Hermida y Peña LLaneces siguen siendo espectaculares cuando la espesura del encinar nos permite contemplarlas.
Durante la primera mitad del retorno, a pesar de que nuestro subconsciente ya nos pide bajar, habremos de seguir ganando altura mediante una sucesión de subes y bajas. En la segunda mitad, antes de alcanzar la carretera, habremos de perder desnivel bruscamente a través de un zigzagueante sendero de descenso.
Una vez alcanzada la carretera tan solo distamos escasos 15 minutos del final de nuestra aventura. La mejor opción para acabar el camino de vuelta, consiste en seguir por carretera hasta que, tras una curva cerrada a izquierdas (la segunda curva que encontramos), un sendero se interna en un bosque de castaños con enormes y antiquísimos ejemplares. A través de este bosque atajamos unos 5 minutos de carretera haciendo además el trayecto más interesante.
Dejamos atrás el bosque, salimos de nuevo al duro asfalto y ya vemos que distan escasos metros para alcanzar de nuevo el pueblo de La Hermida. Después de 4 horas de intensa actividad, ya estamos saboreando y recordando sensaciones y anécdotas vividas en estas imponentes paredes. Para la gran mayoría, esta experiencia quedará grabada en el recuerdo como una gran aventura que muchos repiten.
William guided two of us on the La Hermida via ferrata a few days ago. It was a great experience and highly recommended. William is very personable and always focused on his client’s safety and making sure his instructions were always understood. An excellent guide and an activity not to be missed,
Thanks so much for your comment Peter. It was a pleasure to share the day with you and Lynn. Hope you keep on enjoying your european trip. Best regards, William.
Experiencia increíble con Guille! agradable y siempre asegurándose de que entendiéramos todo para hacer la ruta divertida y segura. 100% recomendable. Le volveremos a ver seguro
Mil gracias por tu comentario Maitane, y gracias de nuevo a ti y a Juanma por vuestra actitud en la actividad. Así es imposible que las cosas no salgan bien.
La verdad que pegamos un buen pateo hasta la cueva, estuvo muy chulo ese tramo final entre la niebla ✌️
Buenas tardes, me gustaria reservar la via ferrata de la Hermida. Seriamos 2 personas y las fechas el 22 o 23 de Agosto. ¿Habria disponibilidad?
Muchas gracias.
Hola! Gracias por vuestra visita. Siento la demora en responder, pero este no es un cauce de atención al público. Si deseas realizar alguna consulta o gestionar una reserva, contacta por favor mediante cualquiera de los medios de contacto disponibles (whatsapp, correo electrónico, llamada telefónica). Un saludo!